Os juro que el nombre no me lo he inventado yo!!!!
Si es cierto que fue una sorpresa ver lo buenísimas que están así las espinacas.
Yo las hice con la Thermomix, pero como siempre os pongo también la receta para cocina tradicional, que no quiero que nadie se quede sin probarlas... jejejej
INGREDIENTES:
- 50 gr de aceite
- 2 dientes de ajo
- 500 gr de espinacas congeladas
- 2 pastillas de caldo o sal
- 50 gr de harina
- 500 gr de leche
- 30 gr de mantequilla
- Nuez moscada
- Pimienta
- Queso parmesano rallado
Lo primero que haremos será preparar una bechamel, para eso hay que ir calentando en un cazo la leche. En una sartén (que no sea vuestra mejor sartén de teflón que vamos a trabajar con las varillas, vale?), derretimos la mantequilla, añadimos la harina y la tostamos un poco sin dejar de removerla, sabremos que está tostada cuando coja colorcillo, pero con cuidado de que no se queme. Cuando rompa a hervir la leche ir añadiéndola poco a poco a la harina removiendo con las varillas para que no se formen grumos. Salpimentar y añadir la nuez moscada rallada. Dejar cocer durante unos 15 minutos a fuego muy suave. Añadir las espinacas descongeladas y muy bien escurridas, mejor secarlas con papel de cocina. Volcarlas en una fuente para horno, espolvorear con el queso rallado y meter en el horno hasta que esté gratinado.
CON LA THERMOMIX
Si no tiene el queso rallado, empiece la receta rallándolo a velocidad máxima unos segundos. Saque y reserve.
Sin lavar el vaso, ponga el aceite y los ajos y programe 5 minutos, temperatura Varoma, velocidad 3 1/2. Baje con la espátula lo que se hubiese subido por las paredes y la tapa.
Seguidamente, incorpore las espinacas descongeladas y bien escurridas (séquelas con papel de cocina), y los calditos o la sal y programe 5 minutos, temperatura Varoma, giro a la izquierda y velocidad cuchara.
Añada la harina y rehogue 1 minuto, 100º, velocidad 1 1/2.
Ponga la leche, la mantequilla, la nuez moscada y la pimienta y programe 7 minutos, 100º, velocidad 1 1/2.
Por último, poner la mezcla en una fuente que pueda ir al horno y espolvoree con el queso y gratine durante unos minutos hasta que la superficie quede dorada.
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